De qué se trata la dieta disociada
La dieta disociada es una de las tantas dietas que existen para bajar de peso. A diferencia de las dietas quema grasas, esta dieta no da resultados rápidos, sino que en ella la pérdida de peso se da poco a poco.
Además, la dieta disociada, evita el efecto rebote, es decir, la subida de peso repentina luego de abandonar una dieta, ya que genera en quien la realiza un cambio de hábito alimenticio, que nos ayudará a mantenernos en forma, de un modo constante.
La dieta, como su nombre lo indica, se basa en separar cierta clase de alimentos para su ingesta. En ella, existen alimentos del tipo A, B y C. La premisa fundamental es evitar el consumo simultáneo de los alimentos de los tres tipos. Por el contrario, uno debe optar por los alimentos del tipo A y B un día, A y C otro día, y B y C otro día.
La dieta no exige una cantidad limitada de ingesta alimenticia, sólo prohíbe comer alimentos de los tres tipos en una misma comida.
Tipos de alimentos
Alimentos del tipo A. Arroz, cereales integrales, pan, harina de maíz, miel, azúcar, papas, dulces, higos, frutas secas, mermeladas y frutas en almíbar.
Alimentos del tipo B. Manteca, queso, crema, aceitunas, aceite de oliva, zanahoria, lechuga, cebolla, espinacas, tomate (sin freír), ajo, repollo, coliflor, pepino y arvejas.
Alimentos del tipo C. Carne, leche, pescado, cítricos, huevo (sin freír), melón, sandía, tomate hervido y arándanos.