De qué se trata la liposucción
La liposucción es una de las variedades de cirugía estética más populares en la actualidad. Su objetivo es, básicamente, la corrección estética de las diferentes zonas del cuerpo en las que existe una acumulación de tejido adiposo.
Las aplicaciones más utilizadas para esta cirugía se centran en la zona abdominal, los muslos y la cadera, aunque también puede optarse por este método para corregir algunas imperfecciones de los brazos, la cara, el cuello y otras zonas del cuerpo propensas a la acumulación grasa.
Uno de los errores frecuentes, en especial de aquellos que no conocen demasiado del tema, es creer que la liposucción es la cura a la obesidad. Esto no es real. La liposucción se practica en personas con un peso cercano al óptimo; de hecho, el paciente que se somete a este tipo de cirugía no debe perder más del 10% de su peso en litros.
La cirugía
Como primer paso, el cirujano plástico deberá marcar las zonas en las cuales se va a extraer tejido adiposo. Una vez hecho esto, se aplica anestesia local, o bien, general (en aquellas cirugías en las que las zonas a tratar son muy extensas).
Luego, se procede a succionar el tejido adiposo seleccionado. Para esto se utilizan las llamadas cánulas de liposucción (tubos delgados, que ingresan al tejido celular subcutáneo a través de pequeñas incisiones en la piel), que están conectadas a una máquina encargada de la succión.
La cirugía, generalmente, dura 1 o 2 horas.